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Un barrilete que suelta su aire para seguir andando alrededor del viento.
Una atmósfera sutil de engaños que se sumergen en la melancolía de la espera.
Cambios que llegan y se remarcan en el tiempo con la simpleza de la esperanza que nunca llega a su fin.
Cuadros inmóviles que renacen en los sueños de otros. O en los míos.
Símbolos del tiempo que camina y nunca para y nunca llega y nunca….
Olvidos que vuelven, que nunca se fueron, incrustados en la memoria aparentemente vacía.
Un reflejo de lo que nunca fuimos, de lo que siempre quisimos ser, de lo que vamos a ser, o estamos siendo.
Acciones que nunca suceden, razones que nunca se detienen,
Y yo… siempre yo… empezando a actuar.
2 comentarios:
nos encontramos derribando el muro, esa corteza, ya no más
una oportunidad para los tonos grises
podría ser, no?
el beneficio de la duda...
dejar pasar por unmoemnto a los grises a ver que sucede (tratando de no pelearnos con ellos...)
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